Pues si, cuando una dice que se dedica a dar clases de ganchillo, la respuesta suele ser Quééé, cóóómo, ganchillooooo?!?! Siempre me divierte ver cómo alucinan, pero la verdad es que yo también alucino cuando lo pienso. Y es que lo que empezó con un tímido curso de amigurumi hace unos 3 años, con un par de alumnas, se ha transformado en una legión de nuevos ganchilleros, dispuestos a dominar el mundo!
Así que hoy quiero enseñaros algunos de los momentos especiales que he vivido siendo profesora de ganchillo.
Carteles de cursos de ganchillo en El Mundo en una Caja de Cerillas
He tenido la suerte de ejercer esta actividad dentro del proyecto del que formaba parte hasta que vine a vivir a Amsterdam: El Mundo en una Caja de Cerillas, en Cartagena (España). Ahí he realizado todo tipo de cursos y talleres, continuos y monográficos.
El principal taller ha sido "Proyecto Colcha", en el que cada semana se ve una aplicación distinta y tejemos juntos nuestras mantas de crochet. Pero Proyecto Colcha es mucho más, no sólo hacemos cuadraditos, sino que aprendemos miles de técnicas y poco a poco vamos desvelando todos los trucos y secretos del ganchillo, además de pasar un buen rato contándonos las historietas de la semana y (normalmente) merendando, que no sólo de lana vive el ganchillero...
Proyectos Colcha de mis alumnas
Proyecto Colcha empezó en Marzo del 2012, y por ahí han pasado docenas de tejedores, la mayoría principiantes y muchos de ellos no habían cogido una aguja en su vida, y hoy en día son expertos ganchilleros, capaces de tejer todo aquello que se les antoje, así como interpretar patrones en español, inglés y de símbolos.
Como os he comentado, además de las aplicaciones para la colcha, hemos visto todo tipo de técnicas, así como materiales. Ganchillo tunecino, ganchillo XL, con cuerdas, con trapillo, monederos con boquilla, amigurumi,... Hemos hecho cojines, gorros, patucos, muñecos, bolsos, adornos navideños.... en fin, casi de todo!
Otro de los talleres estrella es el de ganchillo XL, tan de moda en los últimos años. Permite usar materiales "no tan típicos" del ganchillo, y nos sirve principalmente para hacer objetos decorativos y prácticos para el hogar. A los alumnos primerizos les encanta porque se avanza muy rápidamente y pueden ver los resultados enseguida.
Alumnas felices por tejerse un cesto de trapillo en un par de horas
Es increíble ver cuánta gente está interesada en aprender. Piensas que es algo olvidado, que ya no interesa y que se perderá con las abuelas, pero no es así, aún hay muuuchas ganas de aprender a tejer. No hay más que ver la cantidad de cursos y talleres que florecen constantemente por todo el país.
Taller de iniciación al ganchillo en Mr. Witt, Cartagena
Tejiendo en el Callejón del Mico, Cartagena
Pues esto son sólo unas pinceladas de mis experiencias como profesora de ganchillo en El Mundo en una Caja de Cerillas. Al marcharme de Cartagena, dejé el Proyecto Colcha en las mejores manos posibles, y ahora es Virginia quien se ha hecho cargo del grupo, llenando las clases con su frescura y buen humor habitual (clases a las que intento asistir vía skype siempre que puedo).
Ahora toca aprender a decir "Proyecto Colcha" en holandés y ponerse manos a la obra!
Como soy una profesora tremendamente orgullosa de sus alumnos, os dejo algunas fotos más de regalo de trabajos que han realizado, os van a encantar. (Es sólo una pequeña muestra de las miles de cosas chulísimas que hacen)
Y vosotros vais a alguna clase parecida?
La colcha de Virginia
El canesú de Eugenia
Exposición fin de curso de aplicaciones de Proyecto Colcha
Monedero con boquilla en ganchillo tunecino de Edith