En la primera Pop Up de Casa Sol a la que asistí, la de Barcelona en diciembre, se me olvidó la cámara de fotos. Aún así, gracias a los móviles y a los cientos de miles de stories que hicimos todas, guardo preciosos documentos gráficos que os muestro más abajo.
Pero hoy vamos hablar de ayer. Y voy a intentar escribir el post mientras aún mantengo frescas todas las sensaciones. Que fueron muchas.
Situación: Pop Up Store de Casa Sol. Talleres de las ganchilleras más dicharacheras del momento, y Crochet Party, y reunión de bloggeras, y etc, etc.
Pero, más que una reunión yo lo llamaría comunión. Una comunión de mujeres que comparten una pasión, y quizá no comparten nada más, pero durante unos horas nuestra pasión nos une, como un hilo que nos conecta entretejiéndonos unas con otras de una forma que no conectamos con nadie más.
Y durante unas horas las novatas, las estrellas, las que tejen gordo, las que tejen fino, las que enseñan piernas, las new age, las old school, las rubias y las morenas, las de la lana, las del algodón, y hasta las del acrílico, las de instagram y las de youtube, las de jagermeister y las de rooibos, reímos juntas (y mucho), y nos quitamos el disfraz de nuestros nicks para mostrar la persona detrás de internet, a lo superman en una cabina de teléfonos.
Hoy sábado, la juerga ha seguido todo el día, pero una servidora ha tenido que retirarse a sus oscuros aposentos a reflexionar y a ganarse las judías. Una cosa os digo, estoy deseando repetir. Muy mucho.
Pero hoy vamos hablar de ayer. Y voy a intentar escribir el post mientras aún mantengo frescas todas las sensaciones. Que fueron muchas.
Situación: Pop Up Store de Casa Sol. Talleres de las ganchilleras más dicharacheras del momento, y Crochet Party, y reunión de bloggeras, y etc, etc.
Pero, más que una reunión yo lo llamaría comunión. Una comunión de mujeres que comparten una pasión, y quizá no comparten nada más, pero durante unos horas nuestra pasión nos une, como un hilo que nos conecta entretejiéndonos unas con otras de una forma que no conectamos con nadie más.
Y durante unas horas las novatas, las estrellas, las que tejen gordo, las que tejen fino, las que enseñan piernas, las new age, las old school, las rubias y las morenas, las de la lana, las del algodón, y hasta las del acrílico, las de instagram y las de youtube, las de jagermeister y las de rooibos, reímos juntas (y mucho), y nos quitamos el disfraz de nuestros nicks para mostrar la persona detrás de internet, a lo superman en una cabina de teléfonos.
Gracias a Casa Sol y Knitting the Skyline por la organización de semejante evento y a Ameskeria, Santa Pazienzia, Ali Maravillas y Susimiu por esos pedazo de talleres y esa gracia inmensa que tienen.
Venga, ahora unas instantáneas de la Crochet Party, que se que os gusta el cotilleo.
Esta foto de grupo está llena de gente muy fuerte.
Hoy sábado, la juerga ha seguido todo el día, pero una servidora ha tenido que retirarse a sus oscuros aposentos a reflexionar y a ganarse las judías. Una cosa os digo, estoy deseando repetir. Muy mucho.
Y ahora, como os he prometido, unas fotillos de la Pop Up de Barcelona, en diciembre 2017.
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